Llevamos un mes o más dándole vueltas a este disco, justo desde que Tomás Fernando Flores nos lo descubrió desde su Siglo 21. Lo hemos puesto del derecho, del revés, a oscuras y a tientas, sin decidirnos a compartirlo con vosotros no fuera a ser que por ello perdiera la magia. ¿No lo entendéis? Es facil, es este uno de esos discos que te sorprenden más que por novedoso, por inesperado. De esos que te hacen feliz al imaginar que han hecho exclusivamente para ti y que nadie más en el mundo conseguirá disfrutarlo como tú lo haces. El ruidismo, la suciedad y la psicodelia voluptuosa que se esconden en este trabajo son de las que nos gustan en LokoFanzine y de las que no pensábamos que los chicos de Wayne Coine fueran a sacar a la luz. Porque si en un momento dado de su carrera se vislumbró claramente que Pink Floyd estaba en el horizonte de la banda, no es hasta este Embryonic que lo aceptan sin complejos. Pensado como disco doble (en España se ha editado como un solo cd con todas las canciones apretadas) se trata de buscar la conceptualidad, algo que parece no terminan de conseguir en su totalidad, aunque sí quizás en el sonido, cercano al Krautrock y al noise tenebroso.
No es el The Soft Bulletin, ni el Yoshimi Battles the Pink Robots. Pero lo bueno es que no intenta serlo. Tiene personalidad propia y es la consecución del cambio de rumbo que estaban buscando en sus últimas entregas. Rupturista y sorprendente. Sucio y bello.
Os dejamos el enlace hasta el lugar donde alguien ajeno a nosotros ha escondido el disco en la red. Os indicamos el camino y una vez que estéis allí, es decisión vuestra bajároslo o no. Solo queremos que descubráis al artista y que os compréis el original si os gusta. Y, claro, que vayáis a los conciertos.
The Flaming Lips - Embryonic (Warner Bros.09)
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